Diciembre. Calor. Juntadas de fin de año, vacaciones cerca (con suerte) y los feeds de redes sociales llenos de balances del 2021 y new year resolutions.
A mi forma de ver, los balances siempre son buenos, y si la excusa es fin de año, ¡bienvenido sea! Ahora, con respecto a las resoluciones clásicas de semana, no soy muy adepta personalmente. El cambio de año no me representa gran cosa, y siento que la vasta mayoría de los objetivos planteados a fin de diciembre (solo porque es diciembre), en febrero ya son historia.
Quería compartirles dos cosas puntuales que quizás por practicidad o costumbre, hago en esta época del año. Son tediosas y llevan tiempo, pero me ayudan a empezar el año siguiente «con el pie derecho» en lo que a las finanzas respecta. Quizás a ustedes les pueda servir incorporarlas a sus rutinas:
- Cuantifico: Qué se ganó en el año y qué se pudo ahorrar (en USD, para poder compararlo vs años anteriores) – qué porcentaje de los ingresos representa esto último? Me gusta hacerlo de forma anual para que los ingresos o gastos excepcionales entren en un promedio, siento que así tengo un panorama mucho mejor que haciéndolo por mes. Y aparte, este método de medir, me empuja a querer tener mejores resultados en el período siguiente. Siempre me pongo a pensar en las circunstancias de cada año, y me gusta ver la evolución – si en contextos desafiantes puedo estar igual o casi igual que en contextos más relajados, para mí es un logro.
- Planifico los impuestos: No soy contadora, pero por algún motivo quedé con ese rol para mi familia y para mi trabajo. Si a fin de diciembre me hago un bosquejo de cómo cerramos el año, me ahorro mucho trabajo a la hora de juntar la información que nos va a pedir el contador para las declaraciones de impuestos.
Ahora si. Espero que todos hayan tenido un gran año, y que el que viene sea mejor aún. Nos vemos en el 2022!
Muy bueno y útil.
Muchas gracias Natalí.